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El Invencible más pequeño

Un nuevo Invencible


La familia Trigo Thovar  (Carlos, Anabel, Carlos jr., Javier, Alberto, Beatriz, María y Jesús) nos presenta a su nuevo regalo de Dios.

Nació el sábado, 18 de abril, a las 7:30. Pesó un montón y midió un montón.

José


Todos nos alegramos mucho de este gran acontecimiento y le damos la bienvenida.



BIENVENIDO, BIENVENIDO…

InfoFiat Nº 45

Abril 2015

La reunión de este mes ha sido de formación. La hicimos coincidir con las jornadas de formación ITV Matrimonial que se celebran periódicamente en el COF Noroeste ubicado en la Parroquia de La Visitación de las Rozas.

Después de presentar las jornadas a nuestra Madre María, empezamos con una charla que impartió Merche -mediadora familiar en un Centro de Apoyo a la Familia y colaboradora del Cof- sobre Cómo mejorar la comunicación, conocer las diferencias hombre-mujer.

A través de ejemplos prácticos nos hizo ver cómo hombres y mujeres podemos interpretar un mismo hecho de una manera tan diferente. La realidad, decía, está llena de desencuentros por las distintas interpretaciones que cada uno da a un mismo hecho objetivo. Nos explicó que es necesario pasar del amor primero te quiero porque te necesito al amor maduro te necesito porque te quiero. Muchas veces una pareja inicia su historia de amor cubriendo necesidades.

Muchas veces partimos de “ceros” o situaciones iniciales muy distintas y eso favorece el desencuentro. 

Ciertamente en nuestra vida matrimonial tendremos muchos “fracasos”, pero ello no debe desilusionarnos, sino todo lo contrario, son hechos que acontecen en nuestra vida y nos sirven para aprender cómo no tenemos que hacer las cosas.

Tenemos que trabajar y esforzarnos para que haya más comunicación en nuestro matrimonio.

La segunda charla la impartió el Padre Fernando Simón, delegado de Familia de la Diócesis de Madrid. Nos habló sobre la Caridad conyugal.

Comenzó hablando sobre el amor EROS, que es el amor que se mira a sí mismo tratando de cubrir sus carencias para sentirse bien. El otro debe de atender continuamente y de modo perfecto mis necesidades; si no, me sentiré mal y ya no me interesará. Muchas personas están frustradas y decepcionadas porque no saben vivir con insatisfacciones. La vida tiene muchas insatisfacciones y tenemos que aprender a convivir con ellas.

Deseamos una plenitud que no es posible porque la gente que está a mi lado es limitada, como yo.

No es totalmente cierto eso de que el amor es gratuito y que no espera nada a cambio.

A partir de la venida de Cristo al mundo y su muerte en la cruz, el término amor da un giro espectacular. El amor EROS cambia de nombre porque realmente no expresaba con exactitud lo que Cristo con su muerte nos había amado. El amor pasa del término EROS al término AGAPE o CARITAS. El amor ya no se busca a sí mismo sino que busca el bien del amado. Para poder entender esto hay que mirar a Cristo en la cruz.

Con el sacramento del matrimonio, hemos recibido el don del amor propio de Dios. La caridad increada es la que tienen el Padre y el Hijo que se dona a través del Espíritu Santo a los esposos. Tenemos que descubrir este don en nuestro matrimonio y dejar actuar al Espíritu Santo.

El Espíritu Santo comienza su labor generando un amor de amistad con Cristo, te seduce para llevarte a Él. Te seduce y te atrae, hace que te sientas amado por un Cristo vivo y te hace corresponder. La amistad siempre es recíproca. La persona se descubre amada por un amor único y no busca satisfacciones, sencillamente se siente amada por Dios.

Ese amor recibido conscientemente empieza a transformar el corazón y es en ese momento cuando puedo empezar a amar como un amor impropio de mí, con el amor de Cristo. El amor con el que te sientes amado genera un impulso real de corresponder en la misma medida.

La caridad hace que podamos mirar a nuestra esposa/o con una mirada capaz de descubrir lo que hay dentro de la persona. Al descubrirlo, dejo de mirarme a mí mismo y puedo ver el amor de Dios.

Los esposos tenemos que descubrir y aprender a vivir con el don de la caridad. La caridad es la gran fuente de la esperanza, el agua convertida en vino.

Todo necesita su tiempo, es un cambio; esto requiere un proceso en el matrimonio donde se vivirán momentos de desaliento, momentos en los que la persona no siente nada, pero el corazón debemos tenerlo siempre puesto en la promesa de Dios.

AMÉN.

Después de comer, tuvimos unos talleres de danza para aprender a expresar nuestros sentimientos y finalizamos con la Eucaristía en la que se hizo el rito de la velación a los matrimonios que no lo habían hecho en otras ocasiones y todos renovamos nuestro compromiso matrimonial.